Fumar y ansiedad: cómo dejar la nicotina ayudará a tu salud mental

 

 

Fumar es malo para la salud, todos lo sabemos, pero a muchos les proporciona una relajación inmediata.

 

Los fumadores pueden confiar en los cigarrillos para calmar sus nervios, pero ¿sabía que fumar podría estar causando ansiedad? Los estudios también sugieren que quienes fuman tienen más probabilidades de desarrollar depresión. Quizá te preguntes cómo, pero todo tiene que ver con la forma en que la nicotina interactúa con el cerebro y con la adicción que podemos crear.

 

¿Cómo funciona?

Cuando se fuma, la nicotina entra en el torrente sanguíneo y viaja directamente al cerebro. Entonces estimula la producción de dopamina, la sustancia química a la que hay que agradecer la sensación de placer. A continuación, estimula las glándulas suprarrenales (que se encuentran encima de los riñones), que producen adrenalina.

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 No sólo te sientes feliz, sino que también te sientes concentrado. Esto puede parecer bueno, pero el fumador tiende a depender de ese golpe. La nicotina es altamente adictiva y es una de las razones por las que puede ser tan difícil dejar de fumar.

 

Dejar de fumar

Dejar de fumar no sólo mejora el bienestar físico general, sino que también tiene un efecto notable en la salud mental. En un estudio, las personas que dejaron de fumar observaron una notable diferencia en sus niveles de ansiedad1. La droga que antes pensaban que controlaba su ansiedad durante tanto tiempo era la causante potencial de la misma.

 

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Para muchos fumadores, la dificultad para dejar de fumar viene del hecho de que ven los cigarrillos como su forma de tratar la ansiedad. Esto es especialmente cierto en el caso de los fumadores que padecen ansiedad social y consideran que fumar les ayuda a aliviar los nervios y la inseguridad que les produce estar con desconocidos. Un estudio reciente descubrió que las conductas de evitación, como fumar para aliviar el estrés, en realidad impiden que los fumadores dejen de fumar2.

También se vuelven dependientes hasta el punto de sentirse incómodos sin un cigarrillo en la mano. Los aspectos sociales de fumar dificultan aún más a los que tienen ansiedad social, pero estas soluciones a corto plazo no abordan realmente la verdadera causa de la ansiedad. El fumador se encuentra entonces en un limbo perpetuo de necesidad de más para pasar el día - una pendiente muy resbaladiza para estar en ella.

 

Beneficios

Para los que dejan de fumar, los resultados de la salud mental son mucho mejores que los de los que continúan. Un estudio del BMJ descubrió que las personas que dejaban de fumar veían disminuir su ansiedad, depresión y estrés3. La dependencia de una droga para controlar el estado de ánimo puede ser peligrosa porque los síntomas de abstinencia pueden ser aún más graves.

 

Cuanto más adicto se es a una droga, más intensos son estos síntomas y la salud mental se ve inevitablemente afectada por ello. En el caso de las personas que hace tiempo que han dejado de fumar, ya no experimentan esos síntomas recurrentes de abstinencia. Los participantes en el estudio señalaron que el hecho de no tener síntomas de abstinencia regulares mejoró considerablemente su salud mental.

 

Salud mental

Está ampliamente respaldado por la investigación que aquellos que fuman son más propensos a haber sido afectados por una mala salud mental en algún momento. Los adultos que fuman tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados con depresión y las personas con esquizofrenia tienen el triple de probabilidades de fumar. La relación entre ambos es complicada, por lo que no se puede afirmar que el tabaquismo provoque enfermedades mentales ni viceversa. Puede ser que la gente busque el tabaco para aliviar los síntomas de una mala salud mental.

 

 

Sin embargo, lo que sí sabemos es que el uso prolongado de cualquier droga provoca dependencia. Esta dependencia hace que sea más difícil dejarlo y que los síntomas de abstinencia sean más intensos. Como resultado, las personas que fuman tienden a tener una peor salud mental como resultado de estos síntomas de abstinencia, mucho peor en comparación con sus homólogos no fumadores.

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Referencias:

1. 1)  McDermott MS, Marteau TM, Hollands GJ, Hankins M, Aveyard P. 2013. Change in anxiety following successful and unsuccessful attempts at smoking cessation: cohort study. Br. J. Psychiatry 202:62–67

2. 2)  Julia D. Buckner, Paige E. Morris, Cristina N. Abarno, Nina I. Glover, Elizabeth M. Lewis. (2021) Biopsychosocial Model Social Anxiety and Substance Use Revised. Current Psychiatry Reports 23:6.

3. 3)  Taylor G, McNeill A, Girling A, Farley A, Lindson-Hawley N, Aveyard P et al. Change in mental health after smoking cessation: systematic review and meta-analysis BMJ 2014; 348 :g1151

4. 4)  Taylor GMJ, Lindson N, Farley A, Leinberger-Jabari A, Sawyer K, te Water Naudé R, Theodoulou A, King N, Burke C, Aveyard P. Smoking cessation for improving mental health. Cochrane Database of Systematic Reviews 2021, Issue 3.