El impacto del tabaquismo: cómo el tabaco le está haciendo un agujero en tu vida en más de un sentido

 

La popularidad del tabaquismo ha disminuido a lo largo de los años. En 1973, el 45,6% de los adultos mayores de 16 años afirmaban ser fumadores. Avancemos hasta 2018 y esa cifra ha descendido al 16,6%. Un mejor apoyo, más educación y una concienciación general sobre los peligros han animado a la gente a dejar el hábito, pero todavía hay que trabajar más. Para aquellos que aún no han hecho ese cambio, no hay mejor momento que hoy. 

Es importante recordar que el tabaquismo no sólo afecta a los pulmones, sino también a la cartera, a las relaciones y a la salud mental.

 

Caro

 El fumador medio en España gasta aproximadamente 4.200 euros al año en cigarrillos. Eso es mucho dinero para mantener un mal hábito. Con ese dinero podrías comprarte un coche de segunda mano decente, pasar unas vacaciones en el Caribe con tu familia o pagar la compra semanal de alimentos durante todo un año.

 Poner las cosas en perspectiva puede ayudar a priorizar la magnitud del gasto que el tabaquismo supone para sus finanzas personales. Al fin y al cabo, es un dinero desperdiciado que no aporta ninguna recompensa real.

 Ansiedad

 Muchos fuman para aliviar los síntomas de la ansiedad. Un descanso para fumar durante un largo turno de trabajo puede ayudar a aliviar un poco la frustración, o eso es lo que uno puede pensar. La verdad es que los beneficios suelen ser efímeros, ya que fumar aumenta la tensión y la ansiedad en lugar de aliviarla.

Cuanto más adicto se vuelva, más nicotina necesitará y más fuertes serán los síntomas de abstinencia. Entonces se convierte en un círculo vicioso de intentar evitar la enfermedad y la ansiedad que conllevan los síntomas de abstinencia alimentando esos antojos que, en última instancia, empeoran la adicción.

 

Depresión

Los fumadores son más propensos a desarrollar una depresión a lo largo de su vida. También existe una relación entre las personas que padecen una mala salud mental y el consumo de tabaco. Como en la mayoría de las adicciones, existe un círculo vicioso en el que el individuo fuma o bebe para aliviar los síntomas de una mala salud mental, pero acentúa los efectos secundarios como resultado, por lo que necesita hacerlo más.

 Los estudios han demostrado que dejar de fumar puede ser tan eficaz para aliviar los síntomas de la depresión como tomar antidepresivos. En un estudio reciente, los fumadores que sufrían depresión descubrieron que dejar de fumar les ayudaba a mejorar sus síntomas. Sin embargo, el estudio también descubrió que aquellos con más síntomas depresivos tenían más dificultades para dejar de fumar. Para los que quieren dejar de fumar, es importante ser realistas con respecto a sus objetivos, pero recordar que la persistencia es la clave. Aunque puede haber más desafíos por delante para aquellos que están gravemente deprimidos, los beneficios de dejar de fumar son claramente evidentes.

 Más días de enfermedad

Sabemos que fumar es perjudicial para la salud, pero también puede tener un profundo efecto en la vida profesional. Un estudio realizado en 2007 descubrió que las personas que fumaban tenían más probabilidades de coger una baja laboral. Las ausencias provocan un bajo rendimiento que, posteriormente, puede conducir al despido y a una mala progresión. Todas estas cosas, sin duda, generan más estrés y afectan a la salud mental.

 El tabaquismo también tiene un efecto considerable sobre los ingresos, ya que los fumadores tienen menos probabilidades de trabajar que los no fumadores. El desempleo, causado por la mala salud debida al tabaquismo, supone una pérdida de ingresos de 17.000 millones de euros cada año. Un recordatorio impactante de que el tabaquismo no sólo perjudica al individuo, sino también a la sociedad en general.

 Una segunda oportunidad

Puede pensar que el daño ya está hecho, pero dejar de fumar puede darle una segunda oportunidad de tener una vida mejor. En las horas siguientes a dejar de fumar, su cuerpo empezará a recuperarse casi inmediatamente. Los niveles de monóxido de carbono tóxico en la sangre disminuirán y el oxígeno aumentará. Con el tiempo, su circulación mejorará, podrá respirar mejor y sentirá que recupera el sentido del gusto y del olfato.

 

No sólo eso, sino que al cabo de un año, estará reduciendo a la mitad el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Finalmente, al llegar a los 10 años, su función pulmonar habrá mejorado considerablemente y su riesgo de cáncer de pulmón también se habrá reducido a la mitad. El hecho de que haya fumado antes no significa que deba seguir haciéndolo porque "le va a matar de todos modos". Siempre existe la posibilidad de revertir el daño. Si hay una buena razón para dejar de fumar, debería ser ésta.

Lucir más viejo

Fumar afecta a la calidad de la piel y hace que parezca más vieja, con arrugas más marcadas y profundas. También disminuye el nivel de humedad de la piel, por lo que es más propensa a la formación de arrugas, sobre todo alrededor de los ojos y la boca. Nadie quiere parecer prematuramente viejo, pero fumar acelera ese proceso.

 

Fumar también puede provocar la caída del cabello y el encanecimiento prematuro al afectar a los ciclos de crecimiento de los folículos pilosos. Fumar, sencillamente, le hace envejecer a un ritmo que hará que los demás se den cuenta de que no está cuidando su cuerpo. Sin embargo, el daño no es completamente irreversible y dejar de fumar ahora puede ralentizar el proceso. Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para dejar de fumar.

 Comida

Fumar no sólo puede hacerte parecer mayor, sino que también puede hacerte engordar. Los estudios han demostrado que los fumadores tienden a desear más alimentos grasos y han informado de que tienen tendencia a consumirlos. Además, a los fumadores les resulta más difícil cambiar estos comportamientos y, como consecuencia, es más probable que engorden.

 

A menudo existe la idea errónea de que los fumadores son más delgados porque el tabaco actúa como supresor del apetito. Eso podría ser cierto en algunas partes si la persona que fuma no come. Sin embargo, los fumadores tienden, por término medio, a desear y consumir alimentos grasos más que los no fumadores. Parece que la gente suele tener una visión un poco exagerada sobre lo mucho que ayuda el fumar a controlar el peso. La verdad es que fumar hace que sea más probable que se adopten hábitos alimentarios poco saludables.

 

En general, el tabaquismo no sólo tiene un gran impacto en su salud física y mental, sino que también le envejece, le hace parecer enfermo y aumenta las posibilidades de ser obeso. Si estás en las profundidades de una adicción, puede ser difícil generar la energía para empezar, pero con el apoyo y la técnica adecuados, puedes empezar tu viaje ahora mismo para ser una versión más sana, más feliz y mejor de ti mismo.

 

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